Durante mucho tiempo el tratamiento médico a supuesto el pilar fundamental a la hora de trata los problemas de los pacientes urológicos, pero con las necesidades de promoción en salud y el empuje de la atención primaria se pone de manifiesto la necesidad de aportar calidad de vida a los pacientes ancianos.
Diremos, por tanto, que existe una tendencia a percibir el proceso de la enfermedad de una forma más amplia, enfocando no sólo el objetivo de tratar a los pacientes en orden de "agregar años a su vida", sino también para mejorar su aspecto físico, emocional, y social, es decir, "para agregar vida a los años". La revelación de los resultados de la Calidad de Vida, convirtió este aspecto en un resultado importante dentro de los estudios clínicos.
Diremos, por tanto, que existe una tendencia a percibir el proceso de la enfermedad de una forma más amplia, enfocando no sólo el objetivo de tratar a los pacientes en orden de "agregar años a su vida", sino también para mejorar su aspecto físico, emocional, y social, es decir, "para agregar vida a los años". La revelación de los resultados de la Calidad de Vida, convirtió este aspecto en un resultado importante dentro de los estudios clínicos.
El término "calidad de vida" se trata de una serie individual de sensaciones, certezas y opiniones; siendo un concepto realmente abstracto, subjetivo y cambiable. Los factores sociales, físicos, financieros, culturales y emocionales interactúan modulando la calidad de vida.
En 1977, el término "calidad de vida" fue utilizado por primera vez en el Medical Subject Headings (MeSH) y se definió como: "un concepto genérico que demuestra la apreciación de la modificación y la mejoría de las cualidades de la vida, en lo físico, político, moral y social"
Con la metodología estandardizada de las pruebas psicométricas, es posible cambiar un concepto subjetivo como calidad de vida en un resultado clínico mesurable. El interés y la importancia de la opinión de la calidad de vida para el propio paciente y para los profesionales clínicos se convierte pues en un aspecto fundamental en la práctica diaria de la valoración clínica.
Es evidente que procesos tumorales urológicos afectan significativamente a la calidad de vida de los pacientes. Aunque en esencia, condiciones benignas y situaciones de bajo riesgo, tales como la hiperplasia beningna de próstata y la incontinencia urinaria pueden tener un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes en diversos grados.
Desde enfermería se recomienda una valoración periódica de los problemas prostáticos, si bien es verdad que aun no existe evidencia que fundamente este criterio de promoción de la salud. Una correcta valoración enfermera del problema urológico en el anciano puede ayudar a percibir de forma mas clara el problema y así estudiar como afecta el mismo en la calidad de vida de los ancianos.
BIBLIOGRAFÍA
Lobo Heldwein F. Salud y calidad de vida en urología: Aspectos en urología general y oncológica, 2009. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0004-06142009000700001&script=sci_arttext&tlng=pt
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