La disfagia es un síndrome muy prevalente entre la población anciana, sobre todo en los usuarios de los centros geriátricos en los que la demencia, está presente en un alto porcentaje de las plazas residenciales para personas dependientes.
A los múltiples mecanismos implicados en la pérdida de peso en las personas con demencia se suma la alteración progresiva de la deglución con aparición de disfagia en las fases más evolucionadas, en las que las broncoaspiraciones son frecuentes y la causa más común de las infecciones respiratorias de repetición que condicionan la fase final de esta enfermedad.
El envejecimiento afecta a la deglución, habitualmente por alteraciones funcionales en la propulsión del bolo o por el enlentecimiento de los reflejos orofaríngeos. También está disminuida la percepción orofaríngea de la viscosidad de los líquidos.
El aumento de las enfermedades neurodegenerativas y vasculares cerebrales, hace que la disfagia esté más presente en esta población y, a nuestro juicio, deba considerarse como un síndrome geriátrico más. Además de las modificaciones ambientales y la rehabilitación, los recursos habituales en el abordaje de la disfagia incluyen el tratamiento postural y la modificación de la textura de los alimentos.
A los múltiples mecanismos implicados en la pérdida de peso en las personas con demencia se suma la alteración progresiva de la deglución con aparición de disfagia en las fases más evolucionadas, en las que las broncoaspiraciones son frecuentes y la causa más común de las infecciones respiratorias de repetición que condicionan la fase final de esta enfermedad.
El envejecimiento afecta a la deglución, habitualmente por alteraciones funcionales en la propulsión del bolo o por el enlentecimiento de los reflejos orofaríngeos. También está disminuida la percepción orofaríngea de la viscosidad de los líquidos.
El aumento de las enfermedades neurodegenerativas y vasculares cerebrales, hace que la disfagia esté más presente en esta población y, a nuestro juicio, deba considerarse como un síndrome geriátrico más. Además de las modificaciones ambientales y la rehabilitación, los recursos habituales en el abordaje de la disfagia incluyen el tratamiento postural y la modificación de la textura de los alimentos.
Las gelatinas han tenido gran difusión como estabilizadores y modificadores de texturas en el campo de la alimentación. En el campo sanitario, además de en la disfagia, se han utilizado también para la hidratación, rehabilitación y como galénica para la medicación. Diversos autores han señalado la apariencia homogénea y pulida de las texturas gelificadas.
¿Cómo podemos alimentar a estos pacientes?
Además de intervenir en el medio ambiental, el abordaje postural, etc., las recomendaciones de intervención nutricional señalan que, si la vía oral es utilizable, las alternativas a emplear son: dieta triturada, líquidos espesados, fortificación de la dieta, alimentación básica adaptada y suplementación nutricional. La anorexia, las apraxias y los trastornos conductuales explican, con frecuencia, que los residentes no consuman la totalidad de la dieta ofertada, precisando suplementos con alto aporte energético en un volumen reducido para mejorar su aporte nutricional.
Además de intervenir en el medio ambiental, el abordaje postural, etc., las recomendaciones de intervención nutricional señalan que, si la vía oral es utilizable, las alternativas a emplear son: dieta triturada, líquidos espesados, fortificación de la dieta, alimentación básica adaptada y suplementación nutricional. La anorexia, las apraxias y los trastornos conductuales explican, con frecuencia, que los residentes no consuman la totalidad de la dieta ofertada, precisando suplementos con alto aporte energético en un volumen reducido para mejorar su aporte nutricional.
BIBLIOGRAFÍA
Gómez Busto F, et al. Suplementos nutricionales gelatinizados: una alternativa válida para la disfagia, 2011. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0212-16112011000400016&script=sci_arttext&tlng=e
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